jueves, 6 de agosto de 2009

M A Ñ A N A

Me gusta el mañana porque es enigmático y además que simpre es futuro y presente a la vez, es cerca y lejos, siempre y nunca, es mutable, se convierte de pronto en un hoy, en un repentino y nostálgico ayer o en un siempre esperanzador o torturador futuro, siempre claro, dependiendo de cómo se quiera ver el vaso, o medio lleno o medio vacio, igual si estas con sed, te lo empujas todo. A parte que, claro, me sirve como excusa para postergar y postergar las cosas, inevitables por desgracia, los planes no mios, pero para mi, los compromisos insoportables y en si todo lo que no quiero hacer y tengo que.

Mañana, mi pereza te agradece y mi razón me reprocha y a ti también! . . . en fin, no se puede estar bien con Dios y con el Diablo a la vez -hey! ambos comienzan con "D" (. . . ) interesante coincidencia- por lo menos por ahora NO!


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